VIERNES 8 DE ENERO
¡Buenos días a todos y feliz año! ¿Qué tal lo habéis pasado estas vacaciones? ¿Qué tal esta Navidad “tan especial”? Estoy convencida que aprovechasteis al máximo el tiempo en familia y que disfrutasteis del tiempo libre (todo lo que la lluvia nos permitió…)
Damos la
bienvenida al 2021 con ganas, fuerza y esperanza. Sí, con la esperanza de que todo
lo que hemos aprendido durante el año pasado, nos sirva para mejorar en todos
los aspectos de la vida. Y es que si hacemos mentalmente un balance del 2020…
¡No fue tan malo! Nos lo recordaron, en el festival de Navidad, nuestros
compañeros de 3º de ESO. Debemos pensar siempre en positivo, y no me equivoco
si afirmo que todos tenemos puesta la esperanza en una vacuna
que acabará con ese “bicho” que tanto daño hizo en el 2020 y que cambió nuestra
forma de vida.
En estos
primeros días del año, es el momento de hacer los buenos propósitos para el
2021, seguro que muchos de vosotros ya los habréis hecho. Algunos de estos:
leer más libros, hacer deporte, SER MENOS EGOÍSTA, hacer más caso de mis
padres, estudiar todos los días, atender a mis amigos/as, gastar menos dinero
en cosas que no necesito, apreciar más lo que tengo, sonreír más y quejarme
menos, estar menos pendiente del móvil, ver menos televisión, no jugar tanto a
la consola, vivir una vida más sana y empezar a cuidarse, salir de mi zona de
confort, cambiar el mundo…
Tener propósitos
está muy bien, pero no sirven de nada si no hay acciones detrás. Nadie dice que
no se pueda conseguir tu meta, pero sin esfuerzo y sin actitud no hay
recompensa.
VÍDEO:
Reflexión: El
cómo vayan saliendo las cosas es cuestión de actitud. ¡Aprovecha la vida! Cada
día es una nueva oportunidad de cambiar, de cambiarnos. ¡Cuida la vida, ponle
corazón!
ORACIÓN: Señor, te
pedimos que este 2021 que comienza tengamos el valor y la fuerza suficiente
para afrontar cada uno de los obstáculos que se nos presenten en el día a día.
María
Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros…
LUNES 11 DE ENERO
¡Buenos días! El viernes mencionamos algunos propósitos. Hoy, nos centraremos en uno de los valores más
importantes de la vida: LA GENEROSIDAD, hacer algo/más por los demás.
Hacer algo por
los demás no sólo es bueno para ellos, sino también para ti mismo. La
generosidad que das, siempre vuelve a ti. Pasamos la vida mirándonos el
ombligo, comprando cosas que no necesitamos, gastando dinero y tiempo a lo
tonto…sin pensar en los demás. Ni en los que están a nuestro alrededor y mucho
menos en los desconocidos…. ¿Nos hemos parado a pensar en que podríamos ser
alguno de ellos? Ayudar a los demás nos ayuda ser mejores en el mundo y por lo
tanto nos ayuda a ser felices… ¿Y no es la FELICIDAD lo que siempre estamos
anhelando?
VÍDEO:
Reflexión: Este año,
entre tus propósitos, puede estar el ser más solidario, por ejemplo, colaborar
en alguna de las campañas que propongamos desde el cole.
ORACIÓN:
Jesús, tú
mandabas a tus amigos a hablar de ti a la gente y les decías que no llevaran
muchas cosas, porque para vivir no hace falta tener tanto como nosotros
creemos. Ayúdame a ser generoso, a no tener demasiados juguetes, ni libros, ni
ropa… y a compartirlo con los que tienen menos.
MARTES 12 DE ENERO
¡Buenos días! Hoy, leemos este cuento:
“Un ingeniero que realizaba un trabajo en una
zona rural pobre decidió un día llevarse con él a su hijo pequeño. Al concluir
el viaje, ya en casa, el padre le pregunta a su hijo:
-
¿Qué te pareció el viaje?
-
¡Muy bonito, papá!
-
¿Viste qué pobre puede ser
la gente?
-
¡Sí!
-
¿Y qué aprendiste?
-
Vi que nosotros tenemos un
perro en casa, mientras que ellos tienen cuatro; nosotros tenemos una piscina
que ocupa la mitad del jardín, y ellos tienen un arroyo que no tiene fin;
nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, y ellos tienen las
estrellas; que nuestro patio llega hasta la valla de la casa, ellos tienen todo
el horizonte de patio…
-
Además, ellos tienen tiempo
de hablar y convivir en familia, mientras que tú y mamá tenéis que trabajar
todo el tiempo y casi nunca os veo.
Al terminar el relato, el padre se quedó mudo… y
su hijo agregó:
-
¡Gracias, papá, por
enseñarme lo rica que puede llegar a ser la gente!
Reflexión:
¿Hemos aprendido a valorar lo que realmente importa en la vida? Como ves,
las cosas que nos hacen felices no son las que se compran con dinero. En esta
época en que estamos disfrutando de los regalos de Papá Noel y de los Reyes
Magos, que no se nos olvide el cariño/amor que simbolizan.
MIÉRCOLES 13 DE ENERO
Buenos días!!!!!
Hoy, como desde hace varios meses, escuchamos a los chicos de la ESO de Radio Bosco para recordar la figura de Maín. Nos explican las acciones de las primeras misioneras salesianas, su valentía y su fuerza. Además, nos ayudan a entender las imágenes del póster de las FMA que está presente en todas las clases de nuestro cole desde estos primeros días de enero.
AUDIO:
JUEVES 14 DE ENERO
¡Buenos días chicos!
Estamos finalizando la semana y no queremos terminarla sin hablaros ni
recordaros lo que significa el mes de enero para todas las casas salesianas.
¿Sabéis de qué estoy hablando, verdad? ¡EXACTO! ¡ESTAMOS EN EL MES DE DON
BOSCO! Vamos a leer una experiencia vivida por Don Bosco durante sus primeros
años en la escuela para que veáis que también le ocurrían cosas como a
vosotros:
“ME LLAMABAN “EL OVEJA”
El primer día de
clase, llegaba bien limpio y repeinado, y cuando me senté en el pupitre que me
tocó, miré alrededor y me di cuenta de que todos los chicos de mi clase eran 5
ó 6 años más pequeños que yo, además la ropa que llevaba era muy gastada, y no
me quedaba bien, porque en mi casa nunca ha habido mucho dinero, así que pronto
todos mis compañeros empezaron a insultarme y meterse conmigo:
-
¡Qué mal huele! –decía uno con los dedos en la nariz.-
-
¡Mala oveja! ¿De dónde has salido tú? –decía otro.-
-
¡Vaya chaqueta y vaya pantalones!
-
¡Miradle parece una oveja grandullona!
Así pues, sin que nadie hablara conmigo les
caí mal a mis compañeros que, nada más verme empezaban a meterse conmigo. Poco
a poco, y con mucha paciencia y mucho trabajo y estudio en clase me gané la
aprobación de mis profesores, y un día, hice una redacción muy bonita y el
profesor le dijo a mis compañeros:
“El
que es capaz de hacer cosas tan buenas, puede llevar ropas de pastor, porque lo
que es más importante, no es la ropa, sino la cabeza y el corazón de las
personas.”
Todos mis compañeros me
miraban, y pronto empezaron a hablarme y quisieron ser amigos míos para que le
explicara cosas bonitas y para que les ayudara a hacer los deberes.
Reflexión: ¿Cómo actuaríais tú si
fueras uno de los chicos de la clase? ¿Has vivido alguna vez esta situación?
¿Alguna vez te has sentido como Don Bosco? Muchas veces, sin darnos cuenta, con
nuestras palabras (en clase, recreo, redes sociales) herimos y dañamos a los
demás. No todos somos tan fuertes y valientes como lo fue D. Bosco en su clase.
Por favor, cuidemos las palabras con las que nos dirigimos a los demás. Nadie
tiene la culpa de nuestro mal día. Cuidando a los demás, nos cuidamos a
nosotros.
ORACIÓN: Señor, ayúdame a sustituir
mis malas palabras, mis malos gestos por muestras de cariño, por cercanía hacia
los demás. Ayúdanos a no tener prejuicios.
María Auxiliadora de los
cristianos, ruega por nosotros…
VIERNES 15 DE ENERO
¡Buenos días!
Tal y como
comentamos ayer este mes está dedicado a Don Bosco. Ayer, escuchamos cómo tenía
que caminar varios kilómetros para asistir a la escuela, vamos que no lo tuvo
nada fácil para asistir a clase. ¡Y lo que nos quejamos, algunos, de lo que
tardamos en llegar al cole viniendo en autobús o en coche!
Hoy vamos a
recordar uno de los pasajes más importantes de su vida, el cual hizo que todo
diera un giro y que marcaría su destino…
"En el
sueño me pareció estar junto a mi casa, en un paraje bastante espacioso, donde
había reunida una muchedumbre de chiquillos en pleno juego. Unos reían, otros
jugaban, muchos blasfemaban. Al oír aquellas blasfemias, me metí, en medio de
ellos para hacerlos callar a puñetazos e insultos. En aquel momento apareció un
hombre muy respetable, de varonil aspecto, notablemente vestido. Un blanco manto
le cubría de arriba abajo; pero su rostro era luminoso, tanto que no se podía
fijar en él la mirada. Me llamó por mi nombre y me mandó ponerme al frente de
aquellos muchachos, añadiendo estas palabras: ‘No con golpes, sino la
mansedumbre y la caridad deberás ganarte a éstos tus amigos. Ponte, pues, ahora
mismo a enseñarles la fealdad del pecado y la hermosura de la virtud'".
Don Bosco cuenta
que en aquel sueño él se sentía algo aturdido y espantado por esas palabras y
señalándole a Nuestro Señor que él era tan solo un muchacho ignorante, que se
sentía incapaz de hablar de religión y le preguntó: "¿Cómo podré adquirir
la ciencia?". Ante lo cual Nuestro Señor le anunció: "Yo te daré la
Maestra, bajo cuya disciplina podrás llegar a ser sabio y sin la cual toda
sabiduría se convierte en necedad". Y el pequeño Juan Bosco le indagó:
"¿quién sois vos que me habláis de este modo?", a lo que respondió el
Señor: "Yo soy el Hijo de aquella a quien tu madre te acostumbró a saludar
tres veces al día".
Se le
apareció la Virgen María
"En
aquel momento vi junto a él una Señora de aspecto majestuoso, vestida con un
manto que resplandecía por todas partes, como si cada uno de sus puntos fuera
una estrella refulgente. La cual, viéndome cada vez más desconcertado en mis
preguntas y respuestas, me indicó que me acercase a ella, y tomándome
bondadosamente de la mano: ‘Mira', me dijo. Al mirar me di cuenta de que
aquellos muchachos habían escapado, y vi en su lugar una multitud de cabritos,
perros, gatos, osos y varios otros animales. ‘He aquí tu campo, he aquí en
donde debes trabajar. Hazte humilde, fuerte y robusto, y lo que veas que ocurre
en estos momentos con estos animales, lo deberás tú hacer con mis hijos'",
continúa la narración.
Luego,
prosiguió: "En aquel momento, siempre en sueños, me eché a llorar. Pedí
que se me hablase de modo que pudiera comprender, pues no alcanzaba a entender
qué quería representar todo aquello. Entonces ella me puso la mano sobre la
cabeza y me dijo: ‘A su debido tiempo todo lo comprenderás. Dicho esto, un
ruido me despertó y desapareció la visión'".
Este fue el
primero de los 159 sueños proféticos que San Juan Bosco tuvo a lo largo de su
vida, marcando el inicio de la Obra Salesiana.
Oración:
“Señor,
te damos gracias porque has dado a tu Iglesia personas como Juan Bosco:
comprometidas en la tarea del perfeccionamiento humano.
Él
ha hecho que jóvenes y niños sientan tu presencia de Dios más cercana. Y no
precisamente con palabras, sino con las obras. Que su recuerdo y su ejemplo nos
ayude a acercarnos más a Ti y nos una en
amistad sincera.”
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