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CELEBRACIÓN (en la hora de tutoría)
El lugar que Dios había preparado para el Nacimiento de Jesús fue un portal. Dios no ostentó un trono, un palacio, riquezas…para su hijo. El amor de Dios se manifiesta en la sencillez y en la humildad
Y hoy os haríamos una pregunta ¿Cómo es tu portal? Cada día hemos intentado que los valores de Jesús estuviesen presentes en nuestras vidas, hemos intentado construir en cada corazón un lugar sencillo y humilde pero verdadero para que Jesús pueda nacer en ti, en cada uno de nosotros.
Ponemos en común:
(Cada curso llevará su calendario, con todas las tarjetas, cada uno es libre de cómo lo quiera presentar -en forma de árbol, de casa, como una estrella… puede ser algo relacionado con el tiempo que estamos viviendo.
Junto con las TRES ideas que quieran compartir con el resto de la etapa -puede ser una por semana de las 3 que llevamos- que recoja lo más importante de la reflexión que han hecho. Una frase, una palabra, un dibujo… en una cartulina, en 3 folios…
Esta puesta en común será la primera parte de la celebración.)
Comenzar esta celebración escuchando la Palabra de Dios: La anunciación.
“Dios solo puede amar” nos decía el hermano Roger de Taizé; a eso nos dirige la fe al amor de Dios, pero para acoger este amor hay que ser valientes porque Dios con su amor y su gracia, conmueve y remueve.
Por ello, te invito en este momento a leer una carta que está esperando ser abierta, va dirigida a ti ¿te atreves? Adelante.
(Se reparte a cada uno/a un sobre con la carta que Jesús le dirige a cada uno. Se puede poner una cuna vacía, para que después puedan ir depositando en ella, una respuesta a la carta que han recibido. Para ello se les reparte en el mismo sobre una octavilla. Se deja unos minutos para que lean y puedan escribir su respuesta)
Música de fondo:
¡Amor SINCERO …! amor SIN FIN!
¡Hola! ¡Soy Jesús!
Te pido que no me cierres la puerta en las narices, que no me des la espalda. Tengo ganas de hablar contigo, nada más; no de tus defectos, no pretendo reñirte. Quiero que sepas lo mucho que te amo.
No estoy nada lejos de ti. No habito en las alturas, en algún punto remoto del espacio llamado Cielo. Estoy aquí mismo, a tu lado. Si me pides que entre en tu corazón, hasta puedo vivir en tu interior. Te conozco como la palma de mi mano. Hasta sé lo que pretendes ocultar a los demás y lo que ni tú mismo quieres reconoce.
Conozco tus penas, tus preocupaciones, tus aspiraciones y sueños. También estoy al tanto de las decepciones que has tenido y de tus inquietudes ante el futuro. Soy consciente de tu inseguridad y de los momentos en que envidias a otros o te sientes inferior a ellos. Entiendo que no siempre puedes ser lo que quisieras, y que a veces dices o haces cosas de las que luego te arrepientes.
Hay ocasiones en que te preguntas si habrá alguien que de veras te comprenda o se preocupe por ti. A veces te invade la soledad y te da la impresión de que la vida no tiene mucho sentido. Piensas: “¿Existirá Dios? Y si existe, ¿quién es? ¿Dónde está?”
Te oigo plantearte todas estas cuestiones. Incluso cuando te esfuerzas al máximo no siempre te salen las cosas como esperabas.
Mi querido amigo o amiga, la respuesta a estas preguntas no se encuentran en un mundo visible. Sólo las encontrarás en el mundo espiritual, donde el amor es el rey. Y Dios es ni más ni menos que amor.
Sin embargo, ese tesoro, no es uno que se gane a base de bondad, sino que es un regalo que sólo se puede aceptar, por fe.
La fe no es un tema de debate, estudio o de lectura, es un tema de vivencia porque la fe hay que vivirla.
Entender el amor de Dios y saber qué hacer para merecerlo es algo complicado de entender. Por este motivo, me envió al mundo para que viviera y pensara como cualquier ser humano, como tú. Todos los sentimientos que tú tienes, Yo los tuve; por eso me identifico contigo. Te comprendo.
Ahora soy enlace entre tú y tu Dios. Soy el mediador para llegar al cielo. Por medio de Mí puedes pasar de una vida vacía, marcada por los desengaños, la confusión y la desesperación, a la paz, plenitud y amor. Está a tu alcance.
El amor que tengo es perfecto, inagotable. No me fijo en tus errores.
No me causan enfado ni alteran el amor que siento por ti. ¡Qué va! ¡Te amo a pesar de todo! Te amo por ser quién eres y por lo que puedes llegar a ser.
Te amo como nadie te ha amado ni te amará jamás. Hagas lo que hagas, nunca te volveré la espalda.
Ábreme tu corazón. Creen en Mi amor, y daremos comienzo a la experiencia más emocionante que te puedas imaginar. Llevaremos juntos una vida de amor, no sólo en el presente sino ¡por la eternidad!
Siempre te querré, Jesús.
Reflexión:
- Cierra los ojos, piensa en la carta que Jesús te acaba de escribir y que tú te has atrevido a abrir, ¿cómo te sientes?
- ¿Sientes a Dios a tu lado? ¿Sientes todo el amor que Él te tiene?
- Pregúntate también, ¿cuánto valgo para Dios?
DESCUBRE QUE ÉL TE QUIERE EN TU DEBILIDAD Y PEQUEÑEZ... AGRADECE SU AMOR Y SIENTE QUE VALES MÁS DE LO QUE JAMÁS PODRÍAS IMAGINAR. |
Una vez finalizado este momento, colocamos un pesebre vacío. Aquí está el pesebre. Hoy tu corazón es un pesebre en el que Jesús quiere estar.
Quien quiera puede poner en el pesebre su respuesta con lo que quiera presentar en esta Navidad a Jesús, qué espera, qué necesita, qué ofrece…
En la celebración de Navidad hemos pensado colocar a María, Jesús, José, los reyes, la estrella, con su catequesis correspondiente.
Terminamos con Ave María.
El amor es compartir, aprender. El amor se expresa mediante la relación y el contacto. Una conversación en la que poder ser nosotros mismos, un abrazo, un beso, compartir una noticia y celebrarla juntos, …
Todos ellos son ejemplos de expresiones de amor.
¿Entonces cómo amamos a Jesús? Si no podemos darle un beso, abrazarle, tener contacto físico con él, …. Tenemos dos formas de quererle: hablando con él, rezándole y amando al prójimo. ¿Y quién es el prójimo? Son nuestros padres, hermanos, abuelos, primos, amigos, compañeros del colegio, vecinos, …. Son todas aquellas personas que nos rodean, las que viven cerca cómo las que viven lejos, cómo por ejemplo nuestro prójimo también son los estudiantes que estamos ayudando en Etiopía o los niños que apadrinamos.
Amemos a las personas sin condiciones, sin límites, … con absoluta sinceridad y confianza. Porque el amor es entrega sin esperar recibir nada a cambio ya que amar ya es la recompensa.
Recemos juntos la siguiente oración:
Señor Jesús:
¿De qué nos sirve hablar todas las lenguas?
Si nos falta el amor, sólo hacemos ruido.
¿De qué nos sirve hablar en nombre de Dios, conocer los
secretos y poseer toda la ciencia?
Si nos falta el amor, nos falta lo esencial.
¿De qué nos vale tener tanta fe como para mover montañas?
Si nos falta el amor, nada somos.
¿De qué nos sirve entregarlo todo
a los pobres, e incluso entregar la propia vida?
Si nos falta el amor, de nada aprovecha.
Seño Jesús, tú nos enseñaste: Que el amor es comprensivo Y servicial;
que nada sabe de envidias, de arrogancias ni de orgullos.
Señor, enséñanos a amar. Que el amor no es grosero
ni egoísta, no se impacienta, no es rencoroso.
Señor, enséñanos a amar. Que lejos de alegrarse con la injusticia,
el amor encuentra el gozo en la verdad.
Señor, enséñanos a amar.
Que el amor disculpa sin límites, confía sin límites,
espera sin límites, soporta sin límites.
Señor, enséñanos a amar.
CUANDO AMAMOS A LOS DEMÁS ESTAMOS AMANDO A DIOS.
MIÉRCOLES, 21 DICIEMBRE 2022
LIBERTAD
En otras palabras, los hombres y mujeres somos libres de seguir a Dios o no seguirle, somos libres en ayudar a los demás o en no ayudarles, … y nadie nos puede obligar a hacer lo contrario a lo que deseamos. ¿Pero entonces somos libres en hacer daño al prójimo? ¿Podemos hacer todo lo que queremos? ¿Dónde acaba nuestra libertad?
Nuestra libertad acaba cuando pisoteamos la libertad del otro, cuando le faltamos al respeto, cuando no tenemos en cuenta sus derechos, cuando buscamos nuestros propios intereses acosta de perjudicar a otros...
Por lo tanto, la libertad también tiene límites. La libertad 100% no existe porque no vivimos solos en el mundo, formamos parte de una sociedad donde no se debería permitir que algunos ciudadanos sólo tengan derechos y no deberes; todos absolutamente debemos cumplir unos deberes y disfrutar de unos derechos. La libertad y al fin y al cabo es ese equilibrio donde cumplo mis deberes por el bien de todos y disfruto los derechos por mi propio bien.
Recordad no hacemos al otro aquello que no queremos que nos hagan a nosotros.
Hagamos un uso responsable de nuestra libertad porque....
Cristo, no tienes manos,
tienes solo nuestras manos
para construir un mundo
donde habite la justicia.
Cristo, no tienes pies,
tienes sólo nuestros pies
para poner en marcha a los oprimidos
por el camino de la libertad.
Cristo, no tienes labios,
tienes sólo nuestros labios,
para proclamar a los pobres
la Buena Nueva de la Libertad.
Cristo, no tienes medios,
tienes sólo nuestra acción
para lograr que los hombres
sean hermanos.
Cristo, somos la única Biblia
que el pueblo lee aún,
somos el único mensaje
de Dios-Padre-del-Pueblo,
escrito con obras
y palabras eficaces.
En ocasiones nuestras familias están repartidas en dos hogares y nos toca pasar unos días en una casa y otros en otra; pero todo esto es secundario porque lo realmente importante es que la familia es una unión de amor. El amor que une a sus miembros es la característica fundamental porque cada familia es única y especial, es su forma imperfecta de ser. Sí porque no hay ninguna familia perfecta, pero no podemos olvidar que una familia unida es un regalo que dura para siempre.
Así que AMA Y CUIDA DE TU FAMILIA, quiere a tu familia con sus imperfecciones, con sus defectos y con sus virtudes porque tú eres familia. Y es verdad que nadie elige a su familia cómo lo hace con sus amigos, pero ¿por qué querer cambiarla?
Si tú y yo somos lo que somos gracias a nuestras familias.
Recemos por nuestra familia.
BIENAVENTURANZAS DE LA FAMILIA
Dichosos vosotros que os amáis y ponéis el amor por encima del oro y las joyas, porque sois los más afortunados de la tierra y vuestras oraciones están siempre en alza.
Dichosos vosotros que os amáis y sois fieles en el amor, que no venderíais vuestra felicidad ni por un millón de euros, porque vuestra alegría será como fuente inagotable, como un río en crecida.
Dichosos vosotros que os amáis aún en medio de las pruebas y las dificultades, porque vuestras lágrimas se convertirán en lluvia y gracia y misericordia.
Dichosos vosotros que os amáis con un amor paciente y misericordioso, un amor que aguanta y que perdona, porque seréis siempre perdonados y tratados con misericordia.
Dichosos vosotros que os amáis con un amor creciente y expansivo, superador de todo exclusivismo y posesión, porque seréis como el arco iris, capaces de abrazar al mundo entero.
Dichosos vosotros que os amáis con amor enteramente gratuito, que regala y no busca factura, que no mide los méritos ni busca recompensas, porque vuestra recompensa será el amor y seréis como dioses en la tierra.
Dichosos vosotros que os amáis con un amor exigente, hambriento de verdad y de justicia, porque vuestros anhelos serán saciados, convertidos en energía liberadora.
Dichosos vosotros que os amáis con un amor abierto a la vida, porque nunca moriréis y vuestros nombres pervivirán en el corazón de vuestros hijos y en el de los hijos de vuestros hijos.
GRACIAS DIOS POR MI FAMILIA
Vive esta Navidad haciendo un espacio a Jesús en tu vida.