LUNES, 01 MARZO 2021
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Empecemos la semana venciendo al...
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Así, esta semana la dedicaremos al cuidado de la casa común,
al cuidado de nuestra casa en este tiempo de cuaresma. Para ello partiremos del
“Kit de cuaresma” y dedicaremos estos días a reflexionar sobre lo que es
realmente esencial. Porque “Lo esencial es invisible a los ojos” (Antoine de
Saint-Exupéry).
REFLEXIÓN:
Aprovechando que estamos en “cuarentena” hagamos limpieza
general en nuestra casa. Pensando en lo que os acabamos de presentar, pidamos
perdón desde nuestro corazón, para ir pasando el Pasotavirus y dejarlo bien
atrás. Hagámoslo mientras escuchamos esta canción:
ORACIÓN:
Nada te turbe, nada te espante; Quien a Dios tiene, nada le
falta. Nada te turbe, nada te espante; Solo Dios basta. EL SEÑOR ES MI
FORTALEZA.
(Cantos de Taizé)
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Sí, Dios siempre está ahí. Lo que pasa es que las prisas, el móvil, los videojuegos, los deberes, el día a día, los virus raros, hacen que no podamos verlo. Ayer, con la canción, pedíamos perdón. Es uno de los primeros pasos que debemos de dar para comenzar un cambio. Para pedir perdón tenemos que haber reflexionado, pensado, sentido y recapacitado. Entonces sale ese perdón puro de nuestro corazón. Todo este proceso es el que nos lleva al cambio.
Sigamos limpiando nuestra casa. Hoy toca profundizar un
poquito más. Con nuestro gel en mano sigamos recorriendo nuestro interior.
REFLEXIÓN:
A ver, pensemos ¿Qué es lo que hace que nuestro interior se
remueva de tal manera que sintamos la necesidad de hacer daño? Hagamos una
lluvia de ideas entre todos:
ORACIÓN:
Esto haces, ¿y me voy callar? ¿Crees que soy como tú? Te
acusaré, te lo echaré en cara. Atención los que olvidáis a Dios, no sea que os
destroce sin remedio. El que me ofrece acción de gracias, ese me honra; al que
sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios. (Salmo 49)
MIÉRCOLES, 03 MARZO 2021
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¿Qué tal han ido los deberes de ayer? ¿Habéis dedicado algo de tiempo a pensar en lo que salió en la lluvia de ideas que hicisteis? Supongo que la mayoría habréis pensado en que la principal causa es el MIEDO. Ese miedo que genera dudas, inseguridad, malestar, intranquilidad…y que nos lleva a meternos con los demás, a criticar cualquier cosa que haga otra persona, dejamos que el odio vaya cogiendo terreno y nos metemos en una pelota en la que el rencor no nos deja ver las cosas buenas.
REFLEXIÓN:
Profundicemos un poco más, porque cuando estamos muy
perdidos y desbordados estamos confundidos y se nos lían los virus. Incluso
aparecen virus nuevos, como la tristeza o la furia. ¿Sabemos identificar qué es
lo que nos pasa? ¿Somos capaces de ver un poquito más allá y tendemos la mano a
quien está sufriendo?
Escuchemos este cuento de Jorge Bucay, creo que puede
ayudarnos en el cuidado de nuestra casa común.
ORACIÓN:
PLEGARIA DE THOMAS MERTON
Estar aquí en el silencio de la filiación en mi corazón
es ser un centro en el que todas las cosas convergen en
ti...
Por eso, Padre, te pido que me conserves en este silencio
para que aprenda de él la palabra de tu paz
y la palabra de tu misericordia
y la palabra de tu gentileza
dicha al mundo;
y que a través de mi quizá tu palabra de paz se deje oír
donde durante mucho tiempo no ha sido posible que nadie la
oyera.
DEL LIBRO CONJETURAS DE UN ESPECTADOR CULPABLE (1966)
JUEVES, 04 MARZO 2021
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REFLEXIÓN:
Tras vuestras aportaciones, ¿os parece una buena idea
cambiar el odio por amor? Nos habéis oído decir muchas veces que con amor las
cosas son mucho mejor. Todo es más agradable, más fácil. ¿No es una buena
manera de tender una mano?
Juanes nos lo explica bastante bien con esta canción:
LECTURA:
“(No sabéis lo que pedís...) Igual que el Hijo del Hombre no
ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate”. (Mt
20,17-28)
ORACIÓN:
Bueno es confiar y esperar en el Señor.
Padre, por tu bondad, puedo verme como hijo tuyo.
Demos gracias a Dios porque es bueno.
En Ti confío Señor, en Ti la paz del corazón.
Alabad al Señor, pueblos todos.
(Cantos de Taizé)
VIERNES, 5 MARZO 2021
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En Cuaresma protegemos nuestro corazón, nuestro interior. Ahora
nos toca averiguar qué tenemos que proteger en nosotros para dar vida. Una
sugerencia…recurre a tu corazón, ese que hemos estado preparando toda la
semana.
LECTURA:
Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,2-10):
"En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a
Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de
ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede
dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés,
conversando con Jesús.
Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro,
¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para
Moisés y otra para Elías.»
Estaban asustados, y no sabía lo que decía.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la
nube: «Este es mi Hijo amado; escuchadlo.»
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a
Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a
nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los
muertos.»
Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir
aquello de «resucitar de entre los muertos».
Palabra del Señor
Seguimos nuestra aventura a través de la Cuaresma. ¿A dónde nos conducirá el camino? A Jesús, el camino le llevó a Jerusalén, a la cruz. Nosotros, como Jesús, tenemos que cargar con nuestras cruces, esto supone sufrimiento, esfuerzo, sacrificio. Uff, palabras que están lejos de nuestro vocabulario porque nos llama más la atención lo fácil. Pero lo fácil no siempre es lo que nos conviene y lo que nos lleva a ser mejores a superarnos a contar con los demás.
Jesús nos invita a bajar de la montaña de la comodidad a
nuestro alrededor para hacernos sensibles a lo que ocurre y cargar, a veces, no
solo con nuestras cruces si no también ayudar a los demás.
ORACIÓN:
Esta semana también la terminamos con una canción de
Riosquad, muy adecuada para nuestro lema de la semana que viene: “Que me falta
el aire”.
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