BOS
DÍAS LUNS 17 DE ABRIL
¿Qué es sinceridad?
La sinceridad es un valor muy importante en
las personas, ya que es la capacidad de no faltar a la verdad. Ser una
persona sincera significa no mentir en ningún ámbito de la vida. Enfrentar
la vida con este valor nos ayudará a ser personas dignas de confianza y a que
los demás nos vean como personas nobles.
Ser sincero implica ser fiel a lo que uno es,
siempre mostrarle al exterior lo que somos en el interior ante cualquier
situación o persona, ya que pretender o fingir también es mentir, y actuar
de esta manera sería ser hipócrita.
Una persona que es sincera se está aceptando a sí
misma como es, posee una buena autoestima y por eso no tiene
problemas en mostrarse tal y como es.
Alguien que falta a la verdad, no solo lo hace
porque probablemente no se sienta cómodo con su personalidad, o sea que es
muy tímido, sino también porque sea probable que haya recibido humillaciones o
degradaciones que hayan provocado un daño en su personalidad y causado que se
avergüence de sí mismo.
Siempre se dijo que los niños, los locos y los
ebrios siempre dicen la verdad. Esto se debe a que ellos no están sujetos
a las mismas normas sociales que el resto, los niños porque no las
conocen aún, y los otros dos sujetos porque por su estado o situación no pueden
acatarlas.
Es cierto que a veces estas normas sociales pretenden
que actuemos de cierto modo, pero si no pensáramos que es correcto, no
estaríamos obligados a hacerlo, sobre todo si va en contra de nuestros valores
o creencias, regirnos o no por ellos es una opción y si los cumplimos es
para amoldarnos y ubicarnos en tiempo y forma.
Hoy en día la sinceridad es difícil de encontrar
porque la gente se ha vuelto más superficial y ya tiene otros intereses que,
según ellos, pesan más que las relaciones con otras personas. Al principio de
una relación siempre será difícil saber si alguien está o no siendo sincero,
pero es algo que se averiguará con el tiempo.
REFLEXIÓN
–Dentro das túas prioridades… que importancia lle dás
á sinceridade? Por que?
–Pensa en como te sentirías se non foses sincero e
enfróntao coa situación contraria, ser honesto contigo mesmo e o resto.
ORACIÓN
BOS DÍAS MARTES 18 DE ABRIL
La sinceridad como algo negativo
Es importante pensar antes de actuar y así medir las
consecuencias de los actos.
Si bien dijimos que es un valor importante y bueno
ser sincero, también el exceso de sinceridad puede ser contraproducente.
Debemos tener un filtro, no podemos siempre andar diciendo lo que
pensamos o respondiendo como queramos.
Por ejemplo, si tenemos una cena con nuestra
futura familia política y quien cocinó nos pregunta acerca de la
comida y resulta que no ha sido de nuestro total agrado, no deberíamos decir
que estaba fea o que no nos gustó, porque heriríamos los sentimientos de la
otra persona. Diferente es la situación si nos ofrecen carne y somos
vegetarianos, allí ser sincero no está mal.
Lo importante es pensar antes de actuar o hablar
para medir las consecuencias de nuestros actos, en muchos casos es molesto para
la gente que seamos muy sinceros, porque puede pasar que a un amigo le encante
una prenda de vestir, pero que realmente no lo favorezca. Entonces si nos
preguntara, deberíamos decirle algún cumplido en forma de “mentira piadosa” o
“mentiras blancas”, las cuales son aquellas que realmente no le hacen daño a
nadie.
Los niños y la sinceridad
Como anteriormente decíamos, los niños tienden a
ser demasiado sinceros. Es importante que les enseñemos la diferencia entre las
mentiras y el hecho de no decir ciertas cosas.
Por ejemplo, si alguien con sobrepeso se ha sentado
en una silla frágil y la ha roto, sería importante recalcarle que no hay que
herir a las otras personas y que hay que cuidar nuestras palabras en algunos
casos.
Otro caso típico es cuando alguien de la casa no
quiere abrir la puerta y sale el niño anunciando “dice mi mamá que no está”,
qué vergüenza para los padres.
Siempre es importante educar a los niños en
valores, porque de este modo crecerán para ser hombres y mujeres íntegros y
rectos. Tienen que entender algunas situaciones que son incorrectas para no
imitarlas, aunque es obvio que los niños a veces no tienen las herramientas
mentales suficientes como para poder hacerlo, pero es bueno irles enseñando de
a poco.
REFLEXIÓN
–Que entendes por “mentira piadosa”?
–Cal cres que é o equilibrio?
ORACIÓN
BOS DÍAS MÉRCORES 19 DE ABRIL
QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE LA SINCERIDAD
La sinceridad es la cualidad de estar libre de
fingimiento, engaño o hipocresía. Las personas sinceras se representan a sí
mismas con honestidad, y sus palabras están libres de dobles discursos,
chismes, halagos o adornos. La biblia da un gran valor a la sinceridad:
"El amor sea sin fingimiento" (Romanos 12:9; cf. 2 Corintios 6:6). La
fe también debe ser sincera (1 Timoteo 1:5).
La biblia tiene mucho que decir sobre la necesidad de
la sinceridad en la adoración. A los israelitas de la antigüedad se les
advirtió que debían servir al Señor sin ninguna pretensión ni compromiso:
"Ahora, pues, temed al Señor, y servidle con integridad y en verdad; y quitad
de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro
lado del río, y en Egipto; y servid al Señor" (Josué 24:14).
Es importante entender que la sinceridad no es una
virtud en sí misma. Después de todo, una persona puede estar sinceramente
equivocada. Si alguien cree sinceramente en los marcianos, no significa que la
vida extraterrestre exista. Y que alguien sea sincero en su creencia de que
Krishna es un dios no afecta a la verdad. Sólo cuando aplicamos la sinceridad a
nuestra búsqueda de Dios y de Su justicia, agradamos al Señor (Mateo 6:33;
Jeremías 29:13).
Apolos era sincero, aunque al principio estaba
sinceramente equivocado en un asunto importante (Hechos 18:24-28). Apolos amaba
a Dios y enseñaba sincera y poderosamente, aunque tenía un mensaje incompleto.
Sin embargo, como era sincero en su deseo de enseñar la verdad, el Señor envió
a Priscila y Aquila para que lo instruyeran. Cuando Apolos comprendió mejor el
mensaje del Evangelio, se atrevió aún más a predicar la verdad sobre la
identidad de Jesucristo. Dios pudo bendecir su ministerio, aunque Apolos no lo
entendiera todo al principio, por su sincero deseo de enseñar la Palabra de
Dios.
Cuando nos rendimos ante la cruz, Dios nos perdona.
Sólo se le concede el perdón a los que se arrepienten y creen sinceramente,
porque a Dios para nada le impresionan las pretensiones. Cuando estamos de
acuerdo con Él sobre nuestro estado pecaminoso, Dios quita los cargos contra
nosotros y los clava en la cruz (Colosenses 2:14). Él borra nuestro pasado y
nos da un nuevo comienzo (2 Corintios 5:17). De esta manera, Dios elimina
nuestra necesidad de mantener una vida fingida o hipócrita. Somos libres para
vivir auténticamente, habiendo sido declarados justos ante Dios.
Las personas que desean complacer a los demás y que
se crean una imagen pública para enmascarar una realidad personal, son las que
perjudican la sinceridad. Las redes sociales se han convertido en un caldo de
cultivo para la falta de sinceridad, la comparación y la actuación. Los
cristianos también pueden quedar atrapados en esto. Podemos caer en la falta de
sinceridad al convertirnos en expertos en terminología, cultura y actividades
cristianas mientras estamos lejos de Dios en nuestros corazones (ver Mateo
15:8). Dios no se deja impresionar. Las prácticas religiosas falsas son una
forma de orgullo y son detestables para Dios (Marcos 7:6). Con frecuencia, Él
permitirá que los hipócritas sufran caídas en público para llamar su atención.
"Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez
de espíritu" (Proverbios 16:18). Quienes pretenden ser personas poco
sinceras por lo general quedan expuestos cuando se descubren sus pecados
secretos, y esto es una bendición, porque muchas veces es esa exposición la que
les quita la pretensión y les permite reconstruir sus vidas sobre la base de la
sinceridad.
Todo corazón humano está expuesto al orgullo y a la
pretensión. El cristiano sabio permite al Espíritu Santo tener libre acceso a
cada parte de su vida con la oración para que las áreas de orgullo y falta de
sinceridad sean reveladas (ver Salmo 139:23). Dios aprueba la sinceridad en la
obediencia a su Palabra: "Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al
corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios" (Salmo
51:16-17). Dios conoce cuán íntimo es nuestro compromiso con Él y el nivel de
nuestra sinceridad. No podemos escondernos de Él ni tampoco engañarle (Salmo
139:1-12). Cuando le permitimos que nos quite la pretensión de nuestras vidas,
descubrimos que Él también nos ama. Su amor nos libera para aceptar nuestro yo
auténtico y servir a los demás con "alegría y sencillez de corazón"
(Hechos 2:46-47).
ORACIÓN
BOS DÍAS 20 DE ABRIL
Visualiza o seguinte vídeo sobre a sinceridade
Cales son as conclusións que sacas desta pequena
charla?
ORACIÓN
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